En el Cuerpo de Cristo todos tenemos un propósito (y por consecuencia, para con el Mundo también). Por lo tanto es contigente entender la diferencia entre términos: En la Iglesia (unida por el Éspíritu, no por denominación/es) no hay "cargos" sino FUNCIONES. Somos MIEMBROS de un mismo Cuerpo, del cual es cabeza (soberano) Jesucristo. Esto, debería confrontar toda altivez y soberbia hasta la HUMILDAD del servicio (ministro) y enhardecer el sentido de DEBER, en y por gracia, no por imposición como un trámite o un cargo ("carga").
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