martes, 23 de agosto de 2011

Selah, 1.





Selah, 1.

I.

Querían los arrogantes de su miedo
me sentase a tal hora a hablarte
con su patentado rosario

y no sabían que mi rosario era tomar
Tu propia mano sentirle sus nudillos
callos y arrugas, la misma fuerte y vetusta mano

que creó la Tierra, venció a Jacob
y metió con delicadeza a un dulce niño
en el vientre bendito de María

Al despertar ya no estaban los soberbios
blandiendo su sed de control, en noble torpeza
de creer conocerte, mas yo inhalaba

y exhalaba este aliento que va a la par
con lo que sale de Tu boca y mi palpitar
que es vida recordándote y mi carne sólo una estancia

esta carne es tu pesebre es mi memoria
Tu cruz es mi corazón mi conciencia
la roca que descorro y mi vida es el Aleluya

de verte vivo y entonces yo saberme vivo
y que es Tu amor lo que viene a mi
me sujeta me habla y ordena vivir, y aquí estoy

y es tomar besar y arroparme con Tu mano
lo que es mi rezo diario, me escondo
me armo en Ti y desnudo me vistes de Gracia.


II.

no pienso orarte
porque pensar ya es orarte también
porque vivir y respirar
humilde admiración
es el tempo que marca
mi vida en alabanza

y qué más humilde
que saberme pequeñito y bendecido
que aunque la muerte
y el “buenos días” se
turnen en mirarme la cara
ven a la cara a un hijo Tuyo
y no hago más que exhalar
lo que un día me diste
e inspirar lo que aún me das

Toda arrogancia aplastas con Tu pie
y yo me alegro de estar en Tu corazón
mi vida es mi adoración
que tus manos en ella forjen
lo más bello, esto que soy es para Ti.


III.

Si Tu me derrotas
alcanzaré victoria

quita de mí lo que trajo
la primera funesta revuelta

justa es Tu voluntad
que nos hará recobrar el Alba

las paredes de la cueva
esconden Tu tesoro
que es mucho más profundo
que este túnel

Los caminos morirán
pero no Tu centro expansivo

Los alientos pueden caducar
pero no Tu latido
- y yo estoy en él.

Elimina de mí el miedo
con el fulminante rayo de Tu fe

y accederé a lo eterno
siempre hoy

Tus enemigos ya no tendrán
más chances de crueldades

y juzgarás por nuestros ojos
mediante los cuales has mirado
por medio de la cruz y la esperanza
el testimonio del amor que persevera

Tu voluntad marca el Tiempo
y no la muerte que es otro tiempo

falsa copia del tiempo, cuando el tiempo es la Vida
y el Ser que no agoniza sino que crece

Vuelvo a mirarte a los ojos
y soy niño, por Tu mano que cobija

vuelvo a pisar la tierra gélida
y soy hombre, por Tu voz que arenga

vuelvo a la ancianidad del alma peregrina
y soy Tuyo aunque fenezca.

En Tu pecho mi angustia se desvanece
me acaricias como a cachorro
y ambos nos reencontramos en el reposo
y aunque entre la noche y me desvele
estoy Contigo

¿qué madre habrá de desampararme?
¿qué padre habrá de decepcionarme?
Tú eres, Tú eres, el que llama a mi puerta
y Tú eres mi sangre, hermanados a fuego

Soy tuyo contra enfermedad, esclavitud o muerte
conmigo una de tantas maravillas
una roca cortada por ti
no un vil ladrillo que desmenuzarás.

Los muros no guían a los peregrinos
sino el fuego de los altares
para conciliar camino y horizonte.




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